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El equipo no te hace mejor fotógrafo, pero si es importante.




Desde que comencé en el mundo de la foto, la frase “tu cámara saca muy buenas fotos” siempre me hizo mucho ruido. La cámara, por más nueva y fantástica que sea, no tiene algo que el humano si. Bagaje cultural, sentimientos, consciencia, curiosidad.


La cámara viene a ser solo una herramienta, un intermediario entre el suceso a capturar y nosotros. Creo que viene siendo el factor menos importante para lograr una "buena foto".


La presión por tener lo último en el mercado le gana a aprender a trabajar con lo que tenemos. Esto es crucial para lograr manejar cualquier situación que se pueda presentar en una sesión. En realidad, ni siquiera teniendo todo el equipo del mundo contamos con la seguridad de hacer una buena foto. Entrenar tu ojo, darle comidita visual e inspiración a tu creatividad (que es como un músculo, sino la alimentamos bien y no la entrenamos, nunca encontraremos ese “spark” de ideas que tanto buscamos)


Te voy a compartir algunos tips donde encuentro inspiración, o simplemente cuando me siento que no hay una sola idea flotando en el agua, es un espacio de refugio.



  1. Paisajes/naturaleza: lo primero que viene a mi mente cuando quiero despejarme y encontrarme conmigo misma es ir a la naturaleza. Ya sea el mar, los árboles en un parque, el cerro. LO QUE SEA que me permita sentir la tierra, el agua, el viento. Unos minutos sintiendo el agua de mar pueden ser suficientes para salir de ese estancamiento creativo. Uno solo tiene que darse la oportunidad de estar. Apreciar desde una caminata de 15 minutos, hasta días completos frente al mar. La perspectiva lo es todo. Encontrar caracoles de mar, hojas secas o incluso piedras pueden ser también fuente de inspiración. Siempre habrá una respuesta si observamos con detenimiento.

  2. Situaciones cotidianas: Lo sé, acabo de decirles que huyo a la naturaleza cada que me siento estancada o simplemente necesito un respiro. Pero hay veces que viviendo en una ciudad que carece de áreas verdes y la playa me queda algo retirada, esto no es posible. Entonces recurro a encontrar inspiración en lo cotidiano. No necesariamente me pongo a buscarla. Simplemente estoy atenta a mi alrededor. Tomar el sol en el estacionamiento de los depas, salir a caminar en mi colonia o simplemente observar a Julio y las personas a mi alrededor.

  3. Prestar atención a tu entorno (luz, encuadres, espacios): Algo que siempre me ha cautivado desde que tengo memoria, es ver como la luz natural cambia el mood en los espacios donde estás. Estudiar la luz en los lugares donde pasas más tiempo, es buen ejercicio. Observar las párticulas de luz que se aprecian cuando entra el sol por la mañana, o notar como los tonos se tornan rosados en las paredes blancas mientras el atardecer llega a su punto dulce.


4. Pintores: Ver a mi abuelita pintar era uno de mis pasatiempos favoritos. Mientras pintaba me decía: “cuando no sepas que colores combinar, observa la naturaleza, encontrarás las mejores combinaciones”. Ese consejo lo llevo conmigo siempre. Por mi mamá encontré el amor a estudiar los pintores, su historia y simbología. De mis favoritos hasta la fecha son Magritte, Waterhouse y Remedios Varo. Siempre es bueno tener a la mano un libro de arte, el que sea. No importa si no es necesariamente tu pintor favorito. El punto es hojear, estudiar y contemplar su obra. Si no tienes libros a la mano, puedes buscar miles de pinturas y estudiarles en google arts. Esta plataforma te permitirá incluso visitar museos al otro lado del mundo. Se que no es lo mismo, de ser que no hubiera pandemia habría agregado en estos puntos ir a museos y galerías (VAYA QUE ME ENCANTA) pero por ahora no es posible. Así que de lo malo lo bueno, podemos visitar el Luvre de forma virtual (yeah)


5. Películas: Este punto no podía faltar. Las películas son otra gran fuente de inspiración, de enseñanza. Teniendo en el lenguaje cinematográfico muchos más elementos a estudiar que en la foto, nos da otra perspectiva de cómo contar una historia. Las paletas de colores son un buen punto a observar para entrenar nuestro ojo. Recuerdo la primera vez que vi la película de Won Kar Wuai "In the mood for love" no pude fascinarme más por la psicología del color que se utilizó tan bien. La historia lleva varios matices que se reflejan con la fotografía de Doyle y así mismo los colores de los espacios, correción de color y vestimenta de personajes. Es aquí donde podemos tomar puntos de inspiración para sesiones:


O el arte en Mad Men, que como ya he mencionado en el video de Crea tu propio Moodboard, fue la inspiración completa para la sesiones de A Very Mad Men Evening. Observar como acomodaban los espacios en esa época, la utilería, paleta de colores, todo ello me ayudó a crear una atmósfera para la sesión.




Es todo por hoy, espero hayan disfrutado estos tips.



- gcwalther

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